miércoles, 9 de noviembre de 2011

ELEMENTOS CONSTITUYENTES DE LA PREPARACION BIOLOGICA

Carga de entrenamiento. La fatiga física aparece cuando la magnitud del ejercicio se escapa de sus posibilidades de ejecución, estableciendo una relación estimulo – respuesta desproporcionada. De esto se deriva la importancia de proceder a una adecuada estructuración del entrenamiento. La tipificación del ejercicio en las sesiones de entrenamientos entraña una dificultad considerable dada la diversidad de la etiología que lo define. Esta etiología estaría condicionada por la interrelación entre los tres parámetros que condicionan la cuantificación del esfuerzo realizado: intensidad, volumen y velocidad de ejecución, que determinarían el tipo de fatiga manifestante. Cada actividad reportaría una contribución relativa de cada uno de los componentes. Por ejemplo una maratón se caracteriza por la ejecución de un esfuerzo de gran duración e intensidad y velocidad moderada. Un lanzador de jabalina se caracteriza por una intensidad y velocidad elevada con volumen casi inexistente; mientras que un movimiento de arranque en levantamiento de pesas exigiría sobre todo una potencia de gran magnitud.

Recuperación. La recuperación de la carga puede ser de dos tipos:
a) Natural: Cuando el esfuerzo físico provoca un desgaste del organismo, este tiende a buscar un estado de equilibrio gracias a ese conjunto de reacciones denominadas homeostáticas. El organismo debe ser capaz de volver al estado normal de reposo y restablecer la capacidad de trabajo.
b)  Asistidas: está relacionada con un conjunto de medios encaminados a facilitar, acelerar y fermentar la acción de los mecanismos internos de recuperación. Este conjunto de medios incluiría, según el Comité Olímpico Internacional. Las llamadas ayudas suplementarias no dopantes que permiten al deportista una más rápida recuperación: masaje, manipulaciones dietéticas, ayudas ergogenicas, termoterapia…

Factores externos que pueden afectar a los dos puntos anteriores: estilo de vida y condiciones ambientales.

Referente a lo que conocemos como entrenamiento invisible y consistente en el control del estilo de vida de los factores ambientales. La consecución de un estilo de vida poco saludable no solo podría condicionar la adecuada integración del individuo en la sociedad sino también afecta su capacidad de rendimiento deportivo. Lloret (1989) revisa minuciosamente todos aquellos factores que forman parte de una higiene cotidiana que hace la vida más saludable: horas de sueño, siesta, dieta y afecciones gastrointestinales y bucales, calzados y vestido, higiene corporal y dental, en relación con la práctica deportiva.
Los factores ambientales también deben tenerse en cuenta a la hora de valorar el rendimiento de un deportista y de planificar el entrenamiento. Estos factores no solo se feriaren a las características climáticas de frío calor o humedad que por ejemplo podrían inducir cambios en la duración de los calentamientos, en la cantidad de líquidos ingeridos, etc. Acá se incluye de igual manera los cambios de horarios, altitud, costa; factores que influyen sobre los cambios de ritmo biológico del deportista y sus logros en las competencias.

Dr. Fernando Lucena

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